domingo, 28 de junio de 2015

LA CARPINTERIA


Cuentan que en una carpintería hubo una extraña asamblea; fue una reunión entre todas las herramientas para arreglar sus diferencias.

El martillo ejercía la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar ¿la causa? ¡hacía demasiado ruido! y además, se pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pedía que también fuera expulsado el tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pedía la expulsión de la lija. 

Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que también fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único y perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo, finalmente, la tosca madera inicial se convertía en un fino mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudo la deliberación.
Fue entonces cuando toma la palabra el serrucho, y dijo:
"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades.

Eso es lo que nos hace valiosos, así que no pensemos ya, en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba firmeza, la lija era especial  para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Ocurre lo mismo con los seres humanos, observen y lo comprobaran. Cuando en una empresa o Taller, los miembros buscan defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa, en cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos.

Es fácil encontrar defectos, cualquiera puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso requiere cultivar lo mejor de nuestros espíritus a través del esfuerzo cotidiano.
Permitamos que el Gran Carpintero de nuestro Taller modele nuestra madera interior.

 Es Cuanto.


María de Jesús Gómez Martínez Comp.´. Mas.´.


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